martes, 13 de marzo de 2012

El valor de lo evidente

Los que trabajamos en marketing y comunicación parece que nos hemos metido desde hace ya mucho tiempo, en una triste espiral de ver cómo complicamos más y más las estrategias de marketing, las formas y modos de comunicación y los mensajes que lanzamos al aire a través de la publicidad.

Pareciera que la vara de medir a ver quién es más listo, más inteligente, más creativo, más imaginativo estuviera en ver quién es capaz de hacer la comunicación más complicada y menos entendible por aquellos a los que se dirige la misma. Cuanto más complicados sean los anuncios y cuantas más páginas incomprensibles tengan los documentos estratégicos, más valor nos creemos que tienen y más chiripitifláuticos comos.

Pero no, yo estoy convencido desde hace mucho que lo que mejor funciona en cualquier aspecto de la vida, y la comunicación y el marketing son dos aspectos más de ella, es lo más sencillo, lo evidente, lo que a nadie se le ocurre pensar por simple y si se les ocurre lo desechan rápidamente no vaya a creerse alguien que no son suficientemente listos y preparados. Así con ésta manera de funcionar estoy convencido de que gran parte del dinero que se gasta en marketing, publicidad y comunicación, es dinero tirado porque no llega a la gente. La gente no lo entiende y lo que no se entiende, puede impactar momentáneamente si se añaden aditamentos y efectos especiales, pero difícilmente puede convencer.

Por eso hemos de defender lo sencillo, lo evidente, esas cosas que cuando la gente las oye o las ve, su primer pensamiento es decir: "anda pues es cierto". Eso es lo que más llega, yo no tengo ninguna duda.

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